Dr. Hildebrando A. Castellón 1930
UN LIBERAL AL FRENTE[i]
En
estos días de vacilación y de inquietud en se juega la suerte del Partido
Liberal me ha parecido conveniente que se conozcan los valores del liberalismo,
ya que por razón de distancias de edad o falta de publicidad muchos de nuestros
amigos ignoran o desconocen la carrera política de nuestros hombres
representativos.
Entre los han tenido mucha prensa y menos
reclamo, pero no menos meritos positivos, esta el DR. HILDEBRANDO A. CASTELLÓN,
un verdadero veterano del Partido Liberal que ha tomado parte activa en todas
sus luchas y vicisitudes desde 1893 sin abandonar las filas.
Es alentador poder hablar de un hombre que
lleva cerca de 40 años de un brazo continuo y cuyas ideas templadas en la
fragua del pensamiento investigador se ha exteriorizado en la prensa, en la
tribuna y en los libros con caracteres firmes, traduciéndose a veces en hechos
tangibles.
Casi niño, lanzado por el entusiasmo que los
inspiraran las ideas liberales del 93, empuño el rifle para ayudar a la implementación
de los nuevos derroteros y vio coronadas sus aspiraciones con la reforma de
aquel año inmemorable.
Después, corrió a las aulas extranjeras a
forjar su acero y obtuvo en la Universidad de Paris un diploma prestigiado que
le permitió regresar a la patria preparado para las lides de la vida.
Desde el puesto representante en la Cámara
Legislativa asistió al derrumbe del Liberalismo en 1910 sin que su voz de
prevención fuese escuchada, pero cuando los jefes dispersos y el animo liberal
medroso parecían esquivar la lucha, el Dr., Castellón no tuvo vacilaciones y
con varios amigos encabezo la manifestación de fuerza del 4 de noviembre de
aquel año en que 5000 liberales se enfrentaron al poder conservador.
Esa actitud decidida bastó para que el conservatismo,
dueño del gobierno, le señalara como agitador y tras la muerte decretada a su
periódico “La Linterna” vino luego, el 13 de febrero de 1911, la penitenciaria,
las cadenas, y el destierro con el cúmulo de sacrificios.
Tras largos seis años de ostracismo en que
siempre defendió al Liberalismo y honro a su Patria, volvió en 1916 a ponerse
al frente del movimiento candidatural del Dr. Irías.
Durante la emergencia de 1912 cuando sonó en
Nicaragua el grito de insurrección, no se cruzo de brazos el Dr. Castellón y
haciendo velas en un miserable bongo, llego al patrio suelo y se incorporo en
León al movimiento reivindicador, donde su contingente fue desgraciadamente
estéril por razón de las circunstancias.
En 1919, siendo miembro del Consejo
Ejecutivo se puso al frente del periódico oficial “La Republica” donde hizo una valiente
campaña de propaganda liberal.
Más tarde, en 1920, prestó a la candidatura
liberal de don José E. González todas sus actividades y energías.
Por ultimo en 1924, como Secretario de la
Junta Directiva, después de entronizar el Gobierno Solórzano-Sacasa, obra del
Partido Liberal y nacida merced a los pactos de TRANSACCIÓN, llevo en
horas trágicas la defensa del Partido ante el pueblo, ante las Cámaras, ante la
Corte Suprema y ante la Cancillería de los países amigos, muchos de ellos
partidarios de los pactos de 1923.
[i] De autor y fechas desconocidos, pero posterior a 1924, ya que esta data
se menciona en el escrito.
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